El capitalismo ha encontrado un suculento mercado en el negocio del juego y de las apuestas, vendiendo la idea de éxito, tanto económico, como social, mediante la posibilidad de ganar dinero rápido y sin apenas esfuerzo. Lo que no cuentan, claro está, es que para que su negocio funcione, nosotras tenemos que poner el dinero y son escasas las ocasiones en las que acabamos ganando o recuperándolo. Dicho de otro modo: la banca siempre gana, y por extensión nosotras perdemos.
Debido a esto, durante unas cuantas semanas varias personas a título individual nos hemos estado reuniendo, creando así la Asamblea contra el negocio del juego, movidas por la preocupación que genera el aumento de locales destinados al juego y las apuestas que tanto está dando que hablar, y no es para menos. Los cambios legislativos que la Junta de Castilla y León ha impulsado en los últimos años han permitido la proliferación de este tipo de negocios que nada aportan a la comunidad ni a la convivencia y que tantos problemas generan.